Sin duda alguna la pandemia del COVID entre muchas otras cosas ha dejado en evidencia la falta de la digitalización en los procesos tanto de las empresas como del sector público.
He sido testigo de cómo las empresas a marchas forzadas han tenido que reconvertir sus procesos para adaptarse a la digitalización, logrando echar a andar nuevos servicios y la atención a sus clientes de manera virtual.
Desafortunadamente en los servicios públicos y trámites gubernamentales no se ha corrido con la misma suerte; si bien es cierto que hoy existen algunos trámites, en especial pagos, que pueden hacerse a través de plataformas digitales. La experiencia, accesibilidad y cobertura aún es limitada, por no decir deficiente.
De hecho, justo en los días marcados dentro de la jornada nacional de sana distancia me vi en la necesidad de realizar un trámite en la paraestatal del agua, traté de hacerlo en línea, por teléfono y nada. La única manera de realizarlo era estar presencialmente, llevar copias, e imprimir hasta una foto del medidor. Una serie de información, de la que se supondría la dependencia debería tener vertida en un sistema de información. Lo cito como ejemplo, ya que lo que viví hace unos días es una realidad constante en un sinfín de dependencias públicas en paralelo.
De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), realizar trámites en México es más complicado que en comparación con otros países de Latinoamérica. En nuestro país el 73% de los trámites fue catalogado como difícil de realizar al requerir invertir más de dos horas y tener más de una interacción con funcionarios públicos.
Es justo la interacción cara a cara con los funcionarios, lo que brinda estas “ventanas” para que se propicien posibles actos de corrupción. Entonces, bajo este enfoque suena alentador que subiéndonos a la ola tecnológica maximizada por la pandemia añoremos un gobierno electrónico, donde:
- Se permita a los ciudadanos llevar tramites de principio y a fin de forma digital. Logrando eficientar los recursos públicos, pero también los privados.
- Se cuente con una sola plataforma de compras gubernamentales, donde se pueda transparentar los procesos desde sus bases, la adjudicación hasta la entrega del bien o servicio.
Hagamos de la digitalización un elemento que nos permita cerrarle el paso a la corrupción. Donde podamos transitar hacia la eficiencia gubernamental, la transparencia y la integridad.
Virginia Romero Jiménez. Directora General de Coparmex Jalisco, comprometida con el bien común y el desarrollo a través de las empresas.