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Integridad y acción en equidad de género para las empresas

¿Cómo ha cambiado la dinámica de trabajo en las empresas a raíz del Covid-19?, ¿Ha cambiado de manera similar para mujeres y hombres? La pandemia del coronavirus ha cambiado la manera en la que vivimos y nos organizamos y ha transformado la dinámica de trabajo en todas las organizaciones.  Los sectores más afectados por la crisis son aquellos que tienen una alta participación de mujeres y una baja capacidad de trabajo remoto y, en aquellas industrias en donde existe la posibilidad de trabajar desde casa, las mujeres se enfrentan a los retos impuestos por la carga desproporcionada del trabajo del cuidado no remunerado. En este escenario las empresas cumplen un rol fundamental para evitar la ampliación de las brechas de género.

En esta época de crisis, donde las empresas necesitan repensar sus modelos de negocios y ofertas de valor para mantenerse competitivas, se requieren equipos equitativos y diversos para innovar. Promover el cierre de brechas de género en Latinoamérica es sinónimo de integridad pues es reconocer las desigualdades existentes y trabajar para su superación. Comprometerse con la equidad de género no solo es lo correcto, también repercute en beneficios económicos para las organizaciones – la diversidad de género constituye una estrategia comercial acertada. Según la OIT (2019), más del 60% de las empresas encuestadas afirma que su rentabilidad y productividad aumenta cuando implementan prácticas de equidad de género. Por ejemplo, las empresas que tienen más mujeres en posiciones de liderazgo son más competitivas que aquellas que no las tienen, ya sea en temas de mejora en el clima laboral, marca empleadora, rotación de talento, innovación, y retorno sobre la inversión. En otras palabras, las empresas que apuestan por la equidad de género son más rentables.

Por esta razón, medir el estado actual de las compañías en materia de equidad de género es el primer paso para ir más allá de las buenas intenciones y para poder establecer metas concretas y evaluar sus avances.  Aumentar la participación de las mujeres en el mercado laboral en todos los sectores de la industria y en todos los niveles de la organización hace parte del compromiso por una gestión empresarial sostenible y transparente,  beneficia a las empresas en su conjunto y, por esta razón, debería hacer parte de sus metas anuales El informe del Ranking PAR 2019 de México, herramienta virtual de medición del  desempeño empresarial en materia de equidad de género donde 80 empresas mexicanas se midieron, reportó que el 50% de las organizaciones cuentan con una política de equidad de género/diversidad documentada. Sin embargo, sólo el 46% de ellas cuenta con un plan de acción que las materialice, es decir, aunque se manifiesta la intención de trabajar en favor de la equidad de género, no se establecen medidas concretas. Por esto es importante que las organizaciones establezcan un plan con objetivos e indicadores claros para evitar la ampliación de las brechas de género especialmente durante la crisis.

Apostar por la equidad de género en este período no solo es un buen negocio, es lo correcto, porque es el camino para crear entornos laborales más innovadores, incluyentes y resilientes; y fortalecer estas características es fundamental para que las empresas puedan sortear esta coyuntura y avanzar en una recuperación económica que no deje a nadie atrás.

Mia Perdomo es emprendedora y activista. Es CEO y Co-fundadora de Aequales, empresa que brinda herramientas para el cierre de brechas de género en el ámbito laboral en Latinoamérica, basadas en medición, consultoría y tecnología.

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