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Yo pacto en integridad y por la integridad

A pesar de que los valores e ideales a los cuales aspiramos como sociedad están establecidos en las leyes e instituciones necesarias para ejercerlos y hacerlos valer, estamos lejos de consolidar la realidad que estos instrumentos ofrecen y de materializar  las expectativas que tenemos de nosotros como individuos y, en conjunto, como sociedad. ¿Por qué? 

Entendí que para lograr una transformación real había que apelar no solo a una gran idea y a un propósito noble y convincente, sino a la unidad básica para que todo pueda funcionar: nuestro comportamiento individual y los factores que lo motivan.  Entendí también que si bien las leyes son el regulador del comportamiento social, éstas no son suficientes si no vemos el beneficio  de las conductas esperadas con esas regulaciones. En un país con un bajo cumplimiento de la ley, no basta con depender de, o aumentar las represalias por incumplimiento, sino que hay que apelar a las convicciones personales y a las motivaciones individuales que regulan nuestro comportamiento cotidiano.   

El Pacto por la Integridad y por el Bien Ser de Jalisco es un reconocimiento a la corresponsabilidad que tenemos como ciudadanos de mejorar nuestro entorno, ejercer nuestros derechos y defender nuestras libertades. Si somos ciudadanos, empresarios, funcionarios públicos, empresas o instituciones de gobierno, este propósito de integridad y bien ser se ve materializado de diferente forma pero tiene un objetivo en común: mejorar la convivencia entre nosotros y aspirar al buen funcionamiento de las instituciones, tanto públicas como privadas, a favor de las personas y del bienestar de nuestra comunidad. Esto es, actuar con la intención proactiva y permanente de crear valor para los demás y para nuestro entorno. 

Yo me sumo al Pacto porque creo firmemente que el cúmulo de pequeñas acciones cotidianas construyen nuestra realidad y definen quiénes somos, como personas y como sociedad. Si todo lo que hacemos tiene la intención de provocar un bien mayor a nosotros mismos, entonces habremos logrando nuestro propósito. 

Es momento de reconocer que el cambio depende de cada uno de nosotros. Hagamos el compromiso de usar nuestro poder ciudadano para transformar, recuperar el espíritu de lo público y nuestra vocación de servicio. 

Porque una sociedad íntegra se construye cuando ponemos en práctica la integridad. 

 

Ana María Petersen es Coordinadora del Pacto por la Integridad y por el Bien Ser de Jalisco

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