Aun cuando en México se han realizado esfuerzos importantes en el control de la corrupción como lo fue la creación del propio Sistema Nacional Anticorrupción y con ellos sistemas estatales, también lo es que falta mucho por hacer, los resultados se verán reflejados a mediano y largo plazo, sobre todo considerando el diseño institucional de estos sistemas, los cuales fueron concebidos para incidir desde el diseño, implementación y evaluación de la política pública anticorrupción y con ánimo de coordinación entre las instituciones que los conforman.
De ahí la importancia de comprender los alcances de los sistemas estatales anticorrupción que más que ser punitivos, deben centrarse en la desactivación de mecanismos que permiten el acceso a la corrupción y bajo el esquema de la comprensión de que las estrategias en esta materia deben ser claras y tangibles en el control de la corrupción en México, Debemos comenzar a visibilizar la integridad como un eje fundamental de la vida pública del país, esta visión debe ir acompañada de esfuerzos institucionales.
La integridad es un factor imprescindible en la construcción de instituciones; es comprender que no solo se trata de una cuestión moral, tiene que ver con eficiencia en la economía y en el sector público, que no solo implica confianza en el estado, sino en las instituciones públicas, grupos empresariales y espacios privados.
Existen instrumentos internacionales que abordan de manera particular la integridad pública, tal es el caso de la Recomendación del Consejo de la OCDE sobre integridad pública, que establece que por integridad pública debemos entender el posicionamiento consistente y la adhesión a valores éticos comunes, así como al conjunto de principios y normas destinadas a proteger, mantener y priorizar el interés público sobre los intereses privados. Esta recomendación ofrece a los responsables políticos una visión estratégica de la integridad pública. Cambia políticas de integridad ad hoc por políticas que tienen en cuenta el contexto donde se aplican, utilizando un enfoque conductual y de gestión de riesgos y haciendo especial énfasis en promover una cultura de integridad en toda la sociedad.
Es importante que visualicemos la conveniencia de un estado y de un país integro y esto solo será posible mediante el fortalecimiento del Sistema Nacional, y de los sistemas estatales Anticorrupción considerando como ejes principales la transparencia, rendición de cuentas, administración y gestión documental homologada (archivos) y una estrategia digital nacional, factores que corresponden a la integridad pública.
Lucía Almaráz Cázarez es Presidenta del Sistema Estatal Anticorrupción Jalisco